Saludos mi amigo, mi nombre es Erron Fang. Yo soy el “Solucionador de Acertijos”de la realeza para el Rey y la Reina que viven en el asombroso castillo Barfallow. Cada vez que tienen un acertijo que necesitan resolver, me llaman a mi. Hoy, he venido a ti porque necesito un aprendiz. Escucha atentamente mientras te cuento estos dos acertijos y después de cada uno me darás tu solución. Si contestas correctamente ambos, te entrenaré para que te conviertas en el próximo “Solucionador de Acertijos” de la realeza. Ahora, presta mucha atención: cada palabra puede ser una pista…
Un Rubí De La Realeza
Recientemente, en una noche con mucha nieve, el Rey me pidió que me apresurara en llegar al castillo. Cabalgué en mi caballo lo más rápido que pude y al entrar al gran salón, vi al Rey y a la Reina sentados en sus altos tronos. La Reina sostenía un pañuelo que usaba para secarse las lágrimas de los ojos y sonarse la nariz. De pie frente a ellos habían tres personas muy nerviosas. El Rey me vió entrar e inmediatamente hizo unas señas para que me acercara a él.
El Rey susurró en mi oído diciendo, “¡Se han robado uno de los preciados rubíes reales de la Reina! Tiene tres: uno azul, uno verde y uno rojo. Todos saben que son guardados aquí en Barfallow, en el Salón del Tesoro Real. Tan pronto como descubrimos que el rubí estaba desaparecido, mis guardias cerraron el castillo y fueron ordenados a no dejar entrar a nadie más que a tí. Me han asegurado que nadie ha salido de los terrenos del castillo en todo el día. Solo hay una entrada y es vigilada todo el tiempo. Cada invitado que ves alrededor de la mesa, ha estado aquí en el Gran Comedor desde que llegaron. Las únicas personas que no han estado en este salón en todo el día, ahora están de pie frente a nosotros: el bufón, la criada y el ayudante del establo. ¡Debes averiguar quién lo hizo! La Reina está tan molesta que no puede ni decirme qué rubí es el que está faltando.”
Caminé frente a los tres sospechosos y a cada uno les hice una simple pregunta.
“Bufón, ¿Dónde estabas durante la tarde cuando el rubí de la Reina fue robado?”
“¡Es obvio, estaba practicando mis malabares! respondió. “Un bufón debe entrenar siempre. ¡No tengo tiempo para robar del Tesoro Real!”
“Criada,” le dije, “¿Dónde estabas durante la tarde?”
“¡Limpiando, por supuesto!” ella dijo. “Siempre limpio las habitaciones del castillo cuando todos los invitados están aquí abajo en el Gran Salón. Amo a la Reina, nunca podría robarle.”
“Ayudante del establo,” dije, “¿Dónde estuviste hoy más temprano?”
“¡Estaba bañando a los caballos del Rey, claro!” él respondió. “Estaban cansados y sucios después de un largo día y sabía que tomaría un largo tiempo limpiarlos a todos. ¡No podría haber robado el rubí verde de la Reina!”
Volteé hacia el Rey y anuncié, “Sé quién es el ladrón.”
