La familia Brightman decidió hacer un viaje especial para visitar a los abuelos en su granja. Jimmy supo que algo era diferente cuando, la mayor parte del camino hacia allá, nadie dijo mucho. Después de llegar, los niños pudieron pasar un tiempo con el abuelo. Pero incluso ellos notaron lo fácil que se cansaba, necesitaba muchas siestas y ya no era tan divertido como antes.
A los pocos días, su abuelo los llevó a sentarse debajo de su árbol de roble favorito. Para los niños, parecía que su árbol podría llegar hasta el cielo. A Jimmy le dolía la espalda de solo mirar hacia arriba. Incluso si él y Sarah se tomaran de las manos y trataran de tocarse rodeando el gigantesco tronco, sus brazos no serían lo suficientemente largos.
El abuelo les mostró donde sus propios padres habían tallado sus iniciales en el árbol. Arriba de esas estaban las iniciales de los abuelos. Y más arriba, Jimmy vió algo, “Oye, ¿quién talló ese corazón?”
Su abuelo soltó una risa. “Esos fueron tus bisabuelos. Los anteriores a tu abuela y a mi.”
Sarah siguió mirando por un momento, “Wow, seguramente fueron grandes escaladores.”
Su abuelo se rió. “No, cariño, cuando ellos tallaron sus iniciales en ese gran corazón, ellos estaban de pie en la tierra.”
Ella arrugó su nariz. “¿Qué tan altos eran?
“El árbol ha crecido desde entonces,” su hermano respondió.
“Es cierto,” dijo su abuelo. “La vida sigue y este árbol continua creciendo junto a ella.” Se sentaron en silencio los siguientes minutos. Después él siguió. “Hemos tenido varios picnics maravillosos debajo de este viejo árbol. Yo solía trepar sus poderosas ramas cuando era solo un niño. A veces, la familia se sentaba aquí y cantábamos hasta pasado el anochecer. Puedo pensar en todas las criaturas que ha cuidado.”
“¿Cómo cuales? Jimmy preguntó.
“Ardillas construyeron sus nidos arriba de sus ramas. Juntaron bellotas para el invierno y cuando cayeron durante el otoño, todo tipo de pájaros han cuidado a sus crías en éste árbol. Tu propio padre se trepó cuando tenía tu edad, Jimmy. Y nos ha dado un lugar cómodo para que podamos estar fuera del sol durante muchos días calurosos.”
Todos nos quedamos callados otra vez por unos minutos. Después Sarah preguntó, “¿Siempre has sido un granjero?”
Él asintió con su cabeza. “Lo he sido, pero sabías que también he sido un constructor?”
Jimmy y su hermana negaron con su cabeza al mismo tiempo.
“Es cierto.” Su abuelo volteó y señaló. “Yo diseñe y construí nuestra casa que está por allá.”
“¿En serio?” dijo Jimmy.
“En serio, sí.” el abuelo se volteó y le dió la espalda a los niños. “Y una de las cosas que sabe un constructor es sobre madera. Ahora, mira este árbol. Se está volviendo bastante viajo. Pronto habrá que cortarlo si es que el viento o algún relámpago no lo hace primero.” y señaló un lugar donde el árbol se había partido en dos partes. “Como allá arriba, donde le cayó un relámpago.” Tomó un respiro profundo y luego volvió a mirar a sus nietos. “Cuando un árbol de roble ya no produce más bellotas, o cuando las ramas ya no son tan fuertes, podría ser peligroso si se lo dejo a tu abuela para que cuide de él cuando yo…”
Jimmy estaba empezando a entender, y esto le hizo sentir un nudo en la garganta. Su hermana se había ido a recoger flores cerca. Se acercó más a su abuelo. “¿Cómo es que las cosas tienen que…?”
“¿Morir?”
Jimmy asintió con la cabeza.
“Bueno, así es la vida. A veces construimos cosas para recordar a la gente que ya no está con nosotros. Es una manera de recordarlos. Cuando una cosa muere, algo más lo reemplaza.”
“Pero, ¿cómo?