por William Thabiso
Traducción revisada por Jorge Reyes
Un día, unos cerditos estaban jugando en el barro. Como a todos los cerdos, a estos cerditos les encantaba jugar en el fango.
Pero esta vez, todo cambió. De repente, el suelo empezó a temblar.
Todos los animales corrieron a esconderse. Los cerditos corrieron a buscar a su madre y a esconderse con ella.
Pronto el suelo dejó de temblar. Todos los animales asomaron la cabeza desde sus escondites y miraron a su alrededor.
Casi todo seguía igual. Los caballos seguían teniendo su establo. Las vacas seguían teniendo su hierba. Los patos seguían teniendo su estanque.
¡Pero los cerditos NO tenían su fango! ¡Su fango había desaparecido! ¿A dónde había ido?
Los cerditos fueron a ver a su madre y le dijeron que no tenían fango. ¿Qué iban a hacer?