Había una vez una princesa que no comía. “Pero debes comer” le dijo su madre, la reina. “Te desvanecerás hasta la nada.”
"No me importa" dijo la princesa.
“Si no comes, no te convertirás en una princesa grande y fuerte” dijo su papá, el rey.
“No quiero ser una princesa grande y fuerte.” Nada la convencía a comer. Sus padres le suspendieron su mesada, la mandaban a la cama sin té (lo cual a ella no le importaba) e incluso la mantuvieron dentro del castillo (lo cual a ella sí le importaba). Pero aun así ella no comía.
Un domingo, la reina llamó a su Chef jefe de la cocina. "Chef jefe de la cocina, ¿podría preparar un plato que haga que la princesa coma?"
"Ciertamente, mi Reina" dijo el Chef jefe de la cocina. "De inmediato." Él trabajó en las cocinas durante todo el día y luego le presentó el plato a la reina. “Papas fritas, ensalada de repollo y salchichas cubiertas con salsa de tomate” dijo él. La reina se lo mostró a la princesa.
"¡Aaaj!" dijo ella. "No voy a comer eso.” y se lo arrojó al Chef jefe de la cocina.
El lunes, el Chef jefe de la cocina lo intentó de nuevo. “Helado, salsa de chocolate, frambuesas y cerezas” anunció, ofreciéndole el plato a la princesa.
"¡Puaj!" dijo la princesa. "Eso no me gusta.” mientras empujaba la cara del Chef jefe de la cocina en el plato.
El martes, el Chef jefe de la cocina estuvo muy ocupado. “Natillas y hamburguesas con salsa de ruibarbo y queso” dijo él. La princesa se acercó y lo olió.
“Hmmm,” dijo ella. Tomó un bocado y lo escupió. "¡Sabe horrible!" gritó ella y se lo arrojó al gato real.
El miércoles, el Chef jefe de la cocina parecía preocupado. Por fin, subió las escaleras desde la cocina con un plato grande. “Cabezas de pescado con gelatina de naranja, mantequilla de maní y bolsitas de té.”
"Prueba un poco, querida" dijo la Reina "Se ve delicioso."
La princesa lo tocó con el dedo. "Huele horrible" dijo y lo puso en el trono de su papá. ¡Squish! gritó el Rey cuando se sentó.
El jueves fue un día ajetreado en las cocinas. Todo tipo de olores a comida flotaban en el palacio.
“Carne asada” olfateó una criada.
“Pudín de melaza” dijo un lacayo.
“Huesos carnosos” resopló Rex, el perro del Rey.
“Soufflé de salmón” ronroneó el gato Real.
Finalmente, el Chef jefe de la cocina salió con su nuevo platillo. “Helado de tutti-frutti con malvaviscos, merengues y mayonesa de mazapán” dijo sintiéndose muy complacido.
“Eso se ve delicioso” dijo el rey, sirviéndose una cucharada.
"Puedes tenerlo, entonces." dijo la princesa. "Yo no voy a comer eso.”
El Rey comió cada bocado y luego se enfermó.
"Te lo mereces por ser codicioso" dijo la princesa. "Me alegro de no haber comido nada.”
“Creo que estuvo bastante sazonada” le dijo la Reina al Chef jefe de la cocina. “Mejor algo sencillo para mañana.”
El viernes, el Chef jefe de la cocina